La fotografía es como una mirada.


Eso es lo que dijo Alfred Eisenstaedt. Hay muchas cosas que pasan frente a nuestros ojos; todos los días, momentos cotidianos, momentos de diversión.

Todos estos momentos pueden ser vistos de una manera única y especial, a través de tus propios ojos, a través de un clic, a través de fotografías.

A nuestros ojos siempre les vendría bien un poco de práctica.

Podemos mejorar la forma en que miramos a nuestro alrededor.

Siendo conscientes de los pequeños detalles, de los momentos de luz y los matices, de las pequeñas historias que suceden aquí y allá y que pueden ser explicadas sin necesidad de mil palabras.

Al encuadrar y filmar algo, estamos eligiendo ese momento particular, ese fragmento de realidad que queremos que otros vean.

Esta es nuestra propia mirada.

Practiquemos, juguemos con ella y entrenémosla cuando tengamos la oportunidad.

¡Oh!, grandes noticias: un teléfono no es la única cosa con la que puedes tomar fotos. Una cámara en tus manos es todo lo que necesitas para poder enfocarte en conseguir buenas fotos.

Hoy en día la mayoría de las cámaras son digitales, como los teléfonos, pero si quieres que tu experiencia sea más auténtica y pura, te recomendamos que pruebes a usar una cámara de película, la que ha existido desde siempre, con un rollo de película en su interior que tendrás que revelar cuando hayas terminado.

Think
twice
before
shooting.

Tal vez suene raro o increíble… pero con una cámara de película y sólo 24 o 36 fotos por rollo, te enfocarás más en ese momento en particular, que permanecerá para siempre.

Puedes empezar con una cámara pequeña y asequible, como la Show Camera, la cámara que usaron Gabriel, Ana, Dilan y Yuri para tomar sus fotos en esta sesión.


Puedes encontrar esta cámara en la tienda Chandal en Barcelona y La Peliculera en Madrid. ¡Además podrás revelar tus carretes!